Es inevitable. Así como el olor de las almendras amargas le recordaba al doctor Juvenal Urbino el destino de los amores contrariados, a mí, algunas veces, cuando la realidad se revela con una sorpresa y me invita a una nueva etapa, se me revuelve el alma tanguera y feroz; un dos por cuatro dibujado en el aire con una sonrisa y un silencio, y más argentino que nunca, sonrío de lado porque nunca, nunca, vi a nadie bailar un tango de verdad mordiendo un clavel – es una fantasía tan enteramente gringa que a veces nos la creemos hasta los argentinos -, pero ahora mismo, si tuviera a mano ese clavel, me comería sus pétalos a mordisquitos suaves, saboreándolo.
Chorro. Chorro porque sin disimulo ni arrepentimiento, me dispongo a robarles, durante un ratito, el silencio de las mañanas de los lunes. Apertrechados en algunas magias de abnegados chamanes tecnológicos y vibrantes palabras lanzadas al aire, un grupo de argentinos hace desde 2009 un programa de radio en España. Se llama, cómo no, Cambalache, y solamente dos años después es la referencia principal durante las mañanas de radio para los argentinos en la Península Ibérica.
Y ocurre que Pablo Mazzolini, conductor del programa, me invitó a participar en una tertulia radiofónica que se emitirá los lunes, de 9:10 a 9:30, comenzando este próximo lunes 12 de septiembre.
Y cómo no, acepté encantado. Ni siquiera me hice el difícil un poquito, ni les pedí que hablaran con mi agente – que no tengo, pero podría haberle pedido a uno de mis cuñados que se hiciera pasar por él, y que dijera que no lo sabía, que mi agenda y qué se yo que mas -, ni siquiera dije que lo tenía que consultar con mi mujer: solamente acepté.
Maquiavelo. Maquiavelo porque, hace unos pocos meses, cuando estaba presentando Matalobos en Málaga, Cambalache me recibió en su estudio, donde Pablo y su equipo trabajan cuidadosamente la magia de la radio día tras día. Me sentí como en casa. Sentí como, poco a poco, comenzaba a picarme el estómago, a renacer en mi interior mi propio animal de radio. Y entonces, sin ninguna vergüenza ni piedad para con los compatriotas que diariamente comienzan la mañana con tango y voces amigas, pensé:
”Yo quiero hacer algo con estos pibes”.
Antes de abandonar Málaga, una vez pasada la presentación del libro – donde, por cierto, Pablo ofició desinteresadamente de maestro de ceremonias (y digo desinteresadamente porque lo hizo gratis, no porque no le interesara el acto, no vayan a pensar mal, que nos conocemos) –, le lancé al locutor una terrible amenaza: “Voy a proponerte cosas hasta que hagamos algo juntos”.
Así que fue deseado, pensado, esperado y premeditado. Maquiavélico.
“Estafao”. Estafao porque a pesar de trazar malévolos planes maquiavélicos, en realidad todo fue como tiene que ser entre buenos argentinos – como dice Pablo -. Alegre, suave y sin lucha: a Pablo le encantó la idea y la puso en marcha, sin más, sin tener que convencerlo, perseguirlo ni machacarlo.
Recuerden, Cambalache va de lunes a viernes de 8:00 a 10:00. La tertulia irá los lunes de 9:10 a 9:30. Estará también Robi Bertasi, artista argentino residente en Valencia, y semanalmente habrá un tercer argentino sorpresa. Para escucharlo, las alternativas son:
- En la zona de Málaga, por aire sintonizando el dial 95.8 FM
- En el resto de mundo, en directo en http://www.estacionargentina.com
- Si te lo perdiste, se puede escuchar, una vez finalizado el programa, en http://www.ivoox.com/escuchar-audios-cambalache_al_16060_1.html
Chorro, Maquiavelo y Estafao, pero contento. Y es entonces cuando puedo sentir que una nueva etapa comienza. Por eso, acobardado por la importancia del reto y entusiasmado por las posibilidades que se abren, una vez más les escribo para pedirles apoyo y escucha, porque nada será tan satisfactorio como la certeza de intuir a mis lectores escuchando la radio, mezclados definitivamente con los oyentes habituales de Cambalache, compartiendo un momento a viva voz, acompañándome una vez mas en un camino de sueños.
Gracias por leer, por comentar, por estar ahí.
Federico Firpo Bodner
Barcelona, 6 de Septiembre de 2011
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